Canto, poesía y encuentros...

Suelen ser jodidos y difíciles de aceptar, creo que porque, en esencia, ellos significan la pérdida de algo o alguien; la ausencia en su forma más simple e inevitable, o simplemente: cambio. Como nos dice el Ceratti, a lo mejor son momentos inevitables y de puro crecimiento. "...ES CRECER..." ¿grave no? En fin, fuera de todo intento de definición, creo que los adioses, dentro de sí, en su propio desenvolverse y desenfundarse van dejando y creando a la vez; van sucediendo y precediendo un sin fin de emociones, sensaciones, cuestiones y hasta razones dentro de nosotros; simples mortales y materia viva de encuentros, desencuentros y por supuesto, adioses (que no es lo mismo, pero...hasta suena igual) (redondito...) Y...bueno, yo tambien tengo mi propio cúmulo y vivencia de ellos (los adioses). De un tiempo a esta parte he estado tratando de recopilar algunos poemas lejanos y de cercana data, para tratar de organizar, espero a corto plazo, un primer trabajo (entiéndase: "pub

Amigos, siento comunicarles que el concierto programado para el día 07 del presente fue postergado provisionalmente para el 12 de Octubre. El motivo básicamente es el clima que se vive actualmente en nuestra ciudad, puesto que como era de esperar, el arte tambien debe resultar postergado una vez más por razones irracionales. El lugar del concierto, que es el Café Quito, esta situado a media cuadra de la plaza 25 de mayo; uno de los escenarios concurrentes de estas "movilizaciones" y grescas callejeras. Espero que todo esto pase pronto para poder reencontrarnos sin más postergaciones.

Tal vez no hay peor forma de comenzar a postear que saldando algunas "deudas" pendientes, pero es que si no lo hago, no habría forma de endeudarme más con los amigos... Sucede que el pasado 10 de agosto, tuve la oportunidad de compartir escenario con un amigo cantautor, radicado en Cochabamba desde hace algun tiempito; su nombre es Alvaro Moscoso. La cita fue en un lugar llamado "Miskicositas" en esa ciudad. Lamentablemente Raulito (que por cierto hizo la invitación oficial, jeje) no pudo estar esa noche, pero brindamos a su salud (con Coca Cola yuuuuuuuu, no mentira, con chichita ps.) Quería agradecer de gran manera a los grandes amigos que están y que se hacen a cada paso del camino, a los compañeros cantautores que nunca dejan de estar, y a la siempre cálida gente de Cocha, que se tragan sin más ni más cosas nuevas y hasta las digieren. Para un aprendiz de cantautor como yo, es muy grato en verdad comenzar con ese tipo de pataditas (con el pie derecho y cochala,