Una de Wilde


MI VOZ
(Oscar Wilde)
En este mundo inquieto,
moderno, apresurado, tomamos todo aquello
que nuestro corazón deseaba -tú y yo,
y ahora las velas blancas de nuestro barco están arriadas
y agotada la carga del navío.
Por ello, prematuras, empalidecen mis mejillas,
pues el llorar es mi contento huidoy el dolor ha apagado el rosa de mi boca
y la ruina corre las cortinas de mi lecho.
Pero toda esta vida atiborrada ha sido para ti
solamente una lira, un laúd, el encanto sutildel violoncello, la música del mar
que duerme, mímico eco, en su concha marina.
Versión de E. Caracciolo Trejo
Edición de Libros Río Nuevo 2001

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