tomando un "Atajo" en Chuquiagomarca

(Foto tomada de www.atajo.org)


Debo confesar que no los había escuchado mucho, peor aún, nunca los había visto en vivo; es por eso que cuando la Clarits me habló y me informó sobre el concierto que se iba a dar esa noche de viernes en el Equi, no lo dudé ni un solo instante y me preparé para tomar un serio "Atajo" en mi forma de concebir la música y el rock hecho en nuestras tierras.

Lastimosamente llegué cuando ya había comenzado el concierto, o sea que me perdí de algunas canciones; pero aunque tarde, mi visita fue recompensada con una seguidilla de temas como: tiempo, ay mamita, yo no ero, a veces, morenada al corazón, que me cambiaron, o mejor dicho, lograron abrirme un panorama y romper de alguna forma muchos esquemas de los que nos vamos llenando día a día.

Atajo, logró mostrarme con un lenguaje frío, directo, despellejado y totalmente urbano, una realidad que casi siempre obviamos todos los días; ya sea por costumbre o porque tal vez nos resulta mucho más facil vivir nuestra "Realidad Virtual" creada y recreada por nosotros mismos, a cada paso del camino.

Cómo no gritar: ¡aguante Atajo carajo! casi a las cinco de la madrugada, con unas chelas encima, algunos amigos cansados de saltar y bailar, y un corazón y mente renovados en marcha y compromiso; cuando el Panchi y los suyos me dejaban todo un "Atajo" de visiones y verdades.